*El Counseling contempla tres tipos de habilidades: emocionales (intra e interpersonales), de comunicación y de motivación para el cambio.
Las habilidades permiten controlar el desarrollo e intensidad de las alteraciones emocionales que aparecen en pacientes, en familiares y en los propios profesionales.
En la comunicación con el usuario, "la música" (lo no verbal, cómo se comunica) es tanto o más fundamental que "la letra" (lo verbal, qué se comunica).
Es difícil promover cambios duraderos en las conductas de los usuarios sin realizar previamente un diagnóstico conductual riguroso.
El primer y gran beneficiado en el Counseling es el propio profesional que lo practica, que puede lograr sus objetivos de forma más eficaz, y al menor coste personal posible.
La práctica habitual del Counseling es una buena forma de prevenir la aparición de situaciones difíciles, agresivas y emocionalmente desbordantes.
Es probable que el Counseling ponga en crisis contenidos y, sobre todo, formas de hacer; esto es magnífico, pues está ofreciendo la posibilidad de incorporar cambios.
El “counseling”, aplicado ya en varios tipos de organización social, en donde existe una figura de líder o superior inmediato, se basa en tres supuestos básicos:
(1) Existe una vida afectiva en todos los individuos que se relaciona, de una forma u otra, con su propio rendimiento laboral.
(2) Cada individuo es capaz de resolver sus problemas por sí mismo, si se le otorga el espacio y la oportunidad para hacerlo.
(3) En la figura del superior inmediato, se pueden configurar ciertos parámetros que lo conviertan en consejero, siempre y cuando éste tenga disposición, capacidad de escucha y apertura al diálogo.
El punto central del “counseling” es el abordaje de problemas de tipo personal.
Elementos básicos:
Como estrategia, el Conseling demanda algunos consejos prácticos para su aplicación:
1. Escuchar al otro sin juzgar.
2. Atender al otro con empatía, tratando de entender lo que siente y piensa.
3. Entender el problema, sin buscar dar consejos.
4. Mantener un rol de atención, sin preguntar por qué o para qué.
5. Dejar la responsabilidad del problema en su real dimensión, en el espacio del propio interlocutor.
6. Conocer la situación, sin dar una interpretación personal.
7. Preservar el foco de atención en el presente.
8. Esforzarse por identificar los sentimientos en juego.
· Modelo de consulta; centrado en la acción indirecta sobre grupos o individuos, ha adquirido un gran auge, ejerciendo su función desde una perspectiva terapéutica, preventiva o de desarrollo.
· Modelo tecnológico; con las limitaciones propias de cualquier medio tecnológico y el desconocimiento del mismo, este modelo, que pretende fundamentalmente informar y que goza de un importante auge en otros países, desarrolla en el nuestro experiencias por el momento poco relevantes.
En un trabajo desarrollado por Repetto (1994) con objeto de valorar los logros de las investigaciones básicas y aplicadas en la Orientación Educativa entendida como Intervención Psicopedagógica, diferencia cuatro tipos de modelos; Asesoramiento o Consejo (counseling), servicios puros o mixtos, programas, consulta y tecnológico, centrándose en su estudio se centra en el modelo tradicional de carácter terapéutico y personalizado que reside en el Asesoramiento o Consejo y en el modelo de intervención por programas.
Álvarez y Bisquerra (1997) clasifican los modelos de orientación combinando tres criterios no excluyentes (ver figura 2); (i) El carácter teórico del modelo, (ii) el tipo de intervención y (iii) el tipo organización o institución en la que se lleva a cabo.