Objetivos
Los objetivos de Aprender a vivir juntos son los siguientes:
1. Fortalecer la capacidad de los niños, niñas y adolescentes para tomar decisiones éticas fundamentadas en valores que promuevan el respeto a otras culturas y creencias.
2. Dotar a los niños, niñas y jóvenes de los medios adecuados para que, a través del diálogo – escuchando y hablando –, desarrollen una mayor sensibilidad a las diferencias y una mejor comprensión de los demás.
3. Cultivar la capacidad de los niños, niñas y adolescentes para responder a las necesidades de su sociedad con una actitud de reconciliación y de respeto por la diversidad, contribuyendo así a una cultura de la paz.
4. Facilitar que los niños, niñas y adolescentes valoren y nutran su espiritualidad.
5. Afirmar la dignidad humana conforme se expresa en la Declaración Universal de los Derechos Humanos, en la Convención sobre los Derechos del Niño y en las enseñanzas de todas las tradiciones religiosas.
6. Afirmar la posibilidad de vivir juntos, respetándose los unos a los otros en un mundo de tradiciones religiosas, étnicas y culturales distintas.
7. Dotar a los educadores de unas herramientas que faciliten el aprendizaje intercultural e interreligioso en regiones diferentes y en entornos variados.
8. Crear y promover prácticas fructíferas que posibiliten la convivencia de personas de culturas, razas, creencias y religiones distintas.
Los Módulos para el aprendizaje
Aprender a vivir juntos consta de dos módulos para el aprendizaje: Comprensión de uno mismo y de los demás y Transformar el mundo juntos, estos dos módulos están vinculados entre sí y se complementan mutuamente.
Los módulos están compuestos por una serie de kioscos que han sido concebidos para facilitar que los participantes emprendan una jornada hacia el aprendizaje, durante la cual los diferentes caminos disponibles les preparan para responder a desafíos éticos y les ayudan a descubrir cómo pueden ser agentes del cambio. Junto a los módulos hay una serie de Métodos de evaluación, para ayudar al facilitador y a los participantes a evaluar los progresos. Se presenta una selección de actividades, a las que usted puede recurrir cuando diseñe su propia ruta por medio de los módulos. En cada uno de los módulos figuran sugerencias sobre actividades apropiadas.
Los dos módulos están ilustrados en los mapas de los poblados. No hay una sola ruta a seguir: usted puede decidir su propio camino junto a sus participantes. Para contribuir a desplegar visualmente cada módulo hemos incluido un cartel.
Un “kiosco” es un lugar protegido y en sombra donde el facilitador puede detenerse para realizar actividades de motivación, descubrimiento, exploración, reflexión y diálogo. Visitar cada uno de los diferentes kioscos llevará a los participantes hacía una jornada de autodescubrimiento.
No hay límite de tiempo. Los programas pueden ajustarse a las necesidades concretas del grupo, ya que ofrecen el espacio suficiente para que los participantes reflexionen y descubran conexiones dentro de cada kiosco y entre ellos. También es posible adaptar los módulos a las diferentes situaciones y contextos en cada país y región. Los mapas de los poblados indican zonas, o paradas de descanso, donde el facilitador puede hacer una pausa para evaluar el proceso de aprendizaje de los participantes. En la Sección de Evaluación de los Progresos usted puede consultar las señales de descanso o de parada para obtener mayor información sobre éstas.
El camino de aprendizaje que usted escoja debe permitir a los participantes establecer conexiones entre los sucesivos kioscos. Este enfoque ayudará a los participantes a nutrir los valores que se promueven en cada uno de los módulos y vincular el ejercicio con sus propias vidas. El camino hacia el aprendizaje debe facilitar también un proceso de descubrimiento que aliente actitudes y comportamientos positivos propicios para vivir juntos, para respetar las diferentes culturas y religiones, y para transformar juntos nuestro mundo común y plural.
> Respeto
> Empatía
> Responsabilidad
> Reconciliación
Estos valores están integrados en los dos módulos y se aplican a diferentes contextos sociales y situaciones, con la intención de facilitar un proceso de aprendizaje interreligioso y de construcción de la paz.
Por medio de los módulos, los participantes aprenderán:
> A respetarse y comprenderse a sí mismos, así como a los demás;
> A actuar con una actitud de reconciliación hacia ellos mismos y los demás; y
> A responder a las necesidades del mundo y salvaguardar los derechos humanos.
Aprender a vivir juntos promueve cuatro valores éticos principales: